CENTROS SOCIO-SANITAROS, UNA OBLIGACIÓN
Siempre defenderé que la políticas preventivas ahorran dinero a los ciudadanos. Como buen conocedor de la sanidad pública, entiendo que si creamos planes para una sociedad saludable, que necesite menos la necesidad de un médico, estaremos ahorrando dinero (campañas para la alimentación saludable, más zonas deportivas y de ocio físico en las ciudades, fomento de la cultura como catalizador emocional y más que, si me llama el Ministro, le sigo dando ideas). Pero no, nos empeñamos en tener una sanidad en el que solo atendemos a los ciudadanos cuando se ponen malos. Y eso es un gasto enorme. Si conseguimos que cada vez menos individuos se enfermen, ganaremos en espacio en los hospitales y en medicamentos.
Y, o yo soy un adelantado en el tiempo o los que dirigen esto tienen otros intereses, porque me niego a creer que no sean capaces de verlo entre los cientos de cargos públicos y asesores especializados. Y, a esos intereses, amigos, no pude llegar el entendimiento de un ciudadano de pie, como yo me considero
Pero un caso claro que me viene siempre a la mente de que, o prevenimos ahora o lo vamos a pagar muy caro y, lo que es peor, de golpe y porrazo; es lo que van a hacer con nosotros cuando seamos viejitos y necesitemos una cama para vivir nuestros últimos días. Ya estamos viendo, en las portadas de la prensa, la saturación en los hospitales de camas de pacientes a los que no se les puede dar el alta porque no hay un centro socio-sanitario a donde realojarlos para que esa cama pueda ser utilizada por un paciente que necesita una curación. No hay centros para tanto anciano. Y eso que ellos no tienen culpa de serlo. Veo a familias realmente angustiadas cuando se tienen que llevar a sus familiares a casa y no tienen ni idea de cómo cuidarlo con la dignidad que se merecen. Lo veo, no me lo cuentan.
Ahora, mi reflexión. Los matrimonios de hoy en día no tienen más de dos hijos (salvo casos admirables). Y eso en el caso de los que se conforman con un solo vástago o los “solteros voluntarios” que somos más de los que la gente se piensa. Un hijo, teniendo que trabajar para subsistir, no va a poder hacerse cargo de dos padres que están deteriorándose por culpa de una vejez que les restringe irremisiblemente su movilidad y su capacidad cognitiva. Y a los que no tienen hijos, ¿Qué haremos con ellos? ¿Abandonarlos en una cuneta? ¿otra pandemia?
Creo que es ahora, cuando estamos empezando a tener el problema, cuando hay que empezar a solucionarlo. No se puede esperar a que el apuro sea tan grave que no tenga solución o que, si la hubiera, sea tan costosa que quiebre las arcas del estado.
El gobierno, sea del color que sea, debe tomarse en serio que la falta de centros socio-sanitarios de mantenimiento vital es una papa caliente que se pasan de unas legislaturas a otras. Es básico para una sociedad del bienestar de la que tanto presumimos que nuestro país, que ellos han ayudado a levantar durante su vida, defienda a nuestros ancianos. De todas formas, yo tengo pactado el “cohousing” con amigas mías que decidieron vivir solteras como yo. Pero, cuando ya necesitemos cuidados médicos, ¿Qué haremos? Ir al hospital cada vez que tengamos gases atravesados a colapsar los servicios de urgencias o tener centros especializados en ancianos donde puedan atendernos como merecemos después de una vida de sacrificios. Pues que fomenten la asistencia a domicilio, mucho más barata y efectiva. Espero que me hagan caso, pero mañana no… hoy mismito.
Luis Alberto Serrano
@MiPropiaLuna – @luisalserrano
PUBLICADO EN:
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FOTOGRAFÍA de Dalila Dalprat desde Pexels.
DESDE MI PROPIA LUNA 
Buenos días, Luis.
¿¡Qué cosas se te ocurren!?
Mejorar la sanidad, ayudar a nuestros ancianos, crear una efectiva y pronta asistencia para nuestros abuelos… Creo que si pides la luna o la lotería primitiva lo tienes más fácil.
Mientras nuestros politicuchos se dediquen a pensar en su propio futuro (a ellos no les faltará nada cuando sean viejitos en sus residencias privadas), enriquecerse antes de que los echen o favorecer a sus colegas de turno, ¿cómo se van a preocupar del bienestar del pueblo? ¡Ni siquiera de los que los votaron!
¿Intereses? Interesa enriquecer a las farmacéuticas porque ellos tienen siempre la mano tendida para sus «favores». Interesa que la sanidad pública está abarrotada, desabastecida y criticada, porque eso hará que todos los que puedan se vayan a la privada y ahí, amigo mío, también trincan.
Te comento un caso curioso. Un enfermero, que me atendió un tiempo, había creado un grupo de reunión para ancianos. Había comprobado que la mayoría de los que asistían al ambulatorio lo único que necesitaban es que les escucharan un ratito. Después de desahogarse, se sentían muchísimo mejor de todos sus males. Sin pastillas ni tratamiento. ¿Le permitieron seguir con el experimento? Ya sabrás la respuesta. Esas reuniones no daban dinero a los que venden las medicinas que tomaban los viejitos o a los que se llevan algo por recetarlas.
Y así todo. Estamos, y estaremos siempre, en manos de los intereses de unos u otros. ¿Bienestar social? Poco y para quién se lo pueda pagar.
No creo que esto mejore y, como dices, los ancianos están en manos de sus familias. Unas maravillosas, otras… pues ya sabes.
Me encanta el artículo porque me demuestra que todavía hay esperanzas en corazones como el tuyo, pero creo tan poco en los milagros.
Un abrazo.
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Saludos, amigoooo… si creo que los políticos, en cada legislatura, se afanan en sacar las leyes que les den rédito rápido. La prevención se hace notar años después, cuando, quizás, en el gobierno esté otro partido. Por eso no interesa. Es más rentable inaugurar un hospital ahora que resolver el problema de los ancianos de dentro de 10 años.
La privatización de la sanidad nos aboga al fracaso. ¿Cuántos enfermos de sanidad privada, cuando tienen algo grave de lo que no se hacen cargos sus seguros acaban en la sanidad pública haciéndose esa operación o recibiendo un tratamiento carísimo? Lo veo con frecuencia en el hospital. Las cosas fáciles las solucionan los hospitales privados, los marrones, que se lo coma la sanidad pública. Esto es una realidad.
Yo, en mi planta del hospital vi nacer un programa que está siendo un éxito: «la hospitalización domiciliaria» para pacientes que siguen estando a cargo del hospital pero con personal sanitario que los atiende en casa. Un éxito. Y, ahora, un compañero y amigo tiene otro que se llama «Aula de pacientes» en el que son los propios pacientes lo que se involucran en los planes de solución de su enfermedad. Empezó con las enfermedades respiratorias pero ya van más servicios adscribiéndose a escuchar a los enfermos en las reuniones del personal médico y opinar sobre tratamientos.
Era utópico, pero en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria se esta tomando mucha conciencia.
Abrazoneees
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Buenas noches Luis. Estoy de acuerdo contigo en que la asistencia domiciliaria es vital para personas que deciden vivir solos. Pero el problema se presentaría sí algunas de estas personas no pudieran valerse por sí mismas. Que es más económico la asistencia a domicilio, lo es… Pero qué sucede cuando la persona necesita de asistencia las 24 horas? Es un tema delicado. Yo he trabajado y continuó en ello, durante diez años de voluntariado para familias, personas y ancianos que vivían solos. Escucharles, acompañarles y atenderles, incluso ayudarles a bañarse es duro para ellos, sin embargo, de lo que más se quejan es de su soledad. En base a mi experiencia, creo que la asistencia domiciliaria es fundamental, pero también centros de día o casales dónde estás personas puedan charlar o tener ocio con otras personas de su edad. Eso para mí es vital.
No obstante creo que vamos tarde. Los políticos no están por la labor. Y te aseguro que es un sufrimiento personal ver a ancianos completamente solos.
Entradas como la tuya deberían ser una prioridad para concienciar a la gente. Saludos
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Saludos grandes y, primero, un abrazo por la labores que realizas. Estamos los dos de acuerdo en que la asistencia domiciliaria y los centros de día no son la solución, pero sí que ayudan bastante. Porque, como bien dices, mucha de la necesidad que tenemos cuando somos ancianos es tener alguien con quien compartir nuestras cosas y nuestros recuerdos. Imprescindible más centros de este tipo. De acuerdo contigo.
Este artículo hacía más hincapié en los ancianos que ya no pueden ser cuidados por sus familias (por su gravedad o los cuidados que necesitan). Para nosotros, cuando seamos más viejitos, no va a haber plazas y el sistema colapsará.
Y, si todavía no lo ha hecho, es por gente como tú, que dedican su tiempo a cuidar de ellos. Te lo agradezco en nombre de esas personas a las que ayudas.
Otro abrazoooooo para ti.
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